La afición madridista sigue paciente esperando la mejor versión de Kiki
Los aficionados del Real Madrid tenían una dura decisión frente a ellos. Si las cosas no salían bien con el equipo y Mbappé no tenía una buena actuación contra el Getafe, tal vez este hubiera sido el partido en el que la presión recaería sobre el francés y los gritos de apoyo dejarían de resonar en el Bernabeú.
Esta noche Mbappé cambió lo que podría haber sido ese curso de eventos, y es que Kylian brilló en la cancha, se movió con ferocidad sobre la banda y complicó la tarea de los rivales que querían pasar sobre el Madrid.
La noche empezó con una ovación al momento de su presentación, el estadio respaldaba a Kylian incluso después de partidos en los que no se le vio fino de cara al arco, e incluso, con especulaciones sobre su salud mental.

Kylian Mbappé tira a portería en la acción del segundo gol del Madrid. Foto: Getty Images
La presión se sintió sobre los hombros del francés en su primer encuentro real ante la portería, había librado los obstáculos y estaba frente a frente con el cancerbero rival cuando pudo colocarla de forma magistral en la esquina de la portería. La afición enloqueció y mostró todo su apoyo, se escuchó un estruendo en las gradas a causa de los aplausos. Su nombre resonaba fuerte y claro en todo el estadio y parece que ese fue el momento en el que Kylian respiró sabiendo que aún tenia el respaldo de los madridistas.
Las claras oportunidades falladas frente a la red no hicieron que los aficionados lo abandonaran en la cancha, los gritos y el apoyo no paraban, los hinchas se paraban de sus asientos para respaldar al jugador, pero sobre todo, ya rumbo a los minutos finales del partido, se pudo ver una clara sonrisa, Mbappé erró una jugada, se llevó la mano a la cara, aunque después se le vio sonriente. Una sonrisa que demostraba que la presión ha disminuido, que sus pasos frente a la portería pueden ser más confiados, que tiene un poco más de tiempo para demostrar el porqué está en el equipo.