Dom. Jun 8th, 2025

Vinícius y Mbappé: la dupla que rescató al Real Madrid de su propio abismo

El conjunto blanco logró una sufrida victoria ante el equipo de Vallecas, lo que lo coloca como segundo de LaLiga igualando en puntos con el Barcelona.

El Real Madrid se vistió de victoria otra vez. Pero lo que podría parecer una jornada más en el Bernabéu fue, en realidad, una advertencia disfrazada de tres puntos. Porque sí, el 2-1 ante el Rayo Vallecano suma para llegar a la cima, pero también siembra dudas. Y es que si no fuera por el talento sobrenatural de Vinícius Júnior y Kylian Mbappé, esta historia hubiera podido terminar con silbidos en Chamartín.

El primer tiempo fue un monólogo del Real Madrid, liderado por los dos nombres que, cuando se entienden, parecen hablar un idioma que el resto del mundo apenas balbucea, aunque el resto del conjunto pareciera no estar en ese mismo compás. Primero apareció Mbappé, con esa mezcla de frialdad y velocidad que lo hace imparable. Luego Vinícius, en modo samba total, bailando entre defensores como si jugara en Ipanema y no en un partido clave por LaLiga. Con el 2-0 en el bolsillo antes del descanso, parecía que la noche iba a ser plácida.

Vini Jr (derecha) anota el segundo gol del Real Madrid en la victoria 2-1 ante Rayo Vallecano. Foto: AP / Manu Fernández

Pero este Madrid tiene un extraño don para complicarse la vida. El golazo de Pedro Díaz, con un aroma de justicia poética para un Rayo valiente, fue el recordatorio perfecto: este equipo sigue sin controlar los partidos cuando no tiene el balón. El medio campo, sin Kroos, perdió la dirección. Tchouaméni cubrió todo lo que pudo, pero Camavinga y Valverde se vieron más preocupados por correr que por construir para el equipo blanco. Y eso, ante equipos con hambre, como el de esta noche, se paga caro.

Desde el banquillo vimos a un Ancelotti fiel a su estilo y confiando en que la calidad se impondría al caos, y aunque esta vez le salió bien, hubo momentos en los que seguramente lo que sucedía en la cancha le hizo estremecerse, pues el Madrid dejó crecer al Rayo… y el Rayo estuvo a punto de creérsela.

Los de Vallecas, firmes ante el rival, siguieron intentando emparejar el marcador, y aunque no lo consiguieron, fueron el recordatorio que el imponente Bernabéu y su equipo necesitaban: los partidos no siempre se ganan con talento. Y eso, en una liga donde cada jornada y cada punto cuentan, puede ser letal, sobre todo si tienes a un Barcelona que lucha incansablemente por ganarte el liderato.

Lo que sí quedó claro es que el futuro del Madrid ya no se puede entender sin sus dos figuras: uno nacido en Bondy, el otro en São Gonçalo. Son fuego y pólvora. Son la esperanza de que este equipo no se caiga cuando el libreto se deja de lado. Pero también son el espejo que muestra lo difícil que se puede poner para un equipo cuando no construyes en lo grupal.

El Madrid ganó, sí. Pero más vale que escuche lo que este partido quiso decirle entre líneas.

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